lunes, 9 de septiembre de 2013

La cesárea de trillizos

Hola de nuevo¡¡¡ 

En el último post intenté hacer una breve aproximación al maravilloso mundo de las contracciones, pero los sucesos de estos últimos días me llevan a hacer un post algo más extenso sobre ellas. Vereis, se da la circunstancia que, además, yo no las noto...una perlita de esas que heredas de la familia. Con deciros que mi hermana dio a luz en un garaje así, sin más, rollo Juana la Loca o el Lago Azul, ya os podéis imaginar mi preocupación.


Este dato se lo he comentado en reiteradas ocasiones a todos los médicos de La Fe que me han visto, sin que ninguno levantara jamás una ceja como mostrando interés, algo de empatía barata, pero nada, hieratismo absoluto. Así que, en la semana 33, tras ir a una revisión rutinaria me hacen una exploración y se dan cuenta que el cuello del útero se ha acortado mucho y que registro algunas contracciones...y yo tan pichi porque al no notarlas no sabía muy bien de qué iba la cosa. En fin, siguiente paso: me ingresan. 

Y allí estaba yo, con la comida a medio hacer en mi casa, y con un camisón azul en una habitación de Hospital. Allí estuve cinco días, durante los cuales me vieron hasta cinco médicos, ninguno de ellos era el que me había seguido el embarazo, y tres de ellos con una juventud llamativa (no es que tenga nada en contra de los residentes, es que considero que un embarazo de riesgo debe contar por lo menos con las manos de la experiencia). Ninguno me exploró, ninguno me hizo pruebas, ninguno me explicó qué podía pasar...en fin...

Eso sí, las enfermeras me monitorizaban toooodos los días, con mucho cariño, lo que me hizo la estancia más agradable. Me ponían tantos cables que yo a veces no sabía si me habían conectado también el de la tele...



El caso es que al sexto, me vuelve a explorar (por fín¡¡¡ alguien me hace alguna prueba) y deciden que para estar ocupando una cama mejor en casa, porque si, puedo ponerme de parto, pero como eso para ellos es una lotería más compleja que el Euromillón, deciden liberar camas y "si te duele, vuelves".

Siguiente paso: programación de la cesárea. Entre "tu tranquila, si ves que tienes contracciones regresas" y "es que esto es muuu complicado", me programan la cesárea para dentro de una semana (ahora ya, me quedan solo tres días¡¡¡¡). Así que cojo mis cosas sin entender por qué en la semana 33 hay riesgo de parto prematuro y en la 34 esa posibilidad se desvanece. Misterios de la lógica. 

De manera que ahora estoy en casa, vuelta y vuelta como las croquetas, esperando que llegue mi gran día¡¡¡¡¡




 

2 comentarios:

  1. Ya mañana es el gran día, mucho ánimo y todo va a ir genial!!!!!!!!!!!! Esperamos con ilusión noticias vuestras.
    Jimena

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  2. muuucha suerte!! fuera nervios que todo ira genial!! eatamos deseando saber como ha salido todo!! animo campeona!!
    muchos besos a los 4!!

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